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Textiles y Ley REP: Lo que debes saber si diseñas o comercializas ropa

Escrito por María Loreto Eyzaguirre | 25-06-2025 15:30:32

         Chile acaba de dar un paso muy importante hacia una economía más consciente y sostenible: desde junio de 2025, los textiles fueron declarados oficialmente como producto prioritario bajo la Ley REP (Ley N° 20.920).

      Para quienes no están familiarizados con la normativa medioambiental, aquí va una explicación breve: la Ley REP, o de Responsabilidad Extendida del Productor, es un instrumento económico / regulatorio que establece un régimen especial de gestión de residuos. En este sistema, los “productores” son responsables de la organización y financiamiento de la gestión de los residuos derivados de los productos que comercializan, cuando estos llegan al final de su vida útil.

      Hasta ahora, los productos prioritarios definidos por ley eran: neumáticos, envases y embalajes, aceites lubricantes, aparatos eléctricos y electrónicos, pilas y baterías

         Este cambio normativo, que impulsa el Ministerio del Medio Ambiente, marca un antes y un después en la forma en que producimos, consumimos y descartamos la ropa. La incorporación de los textiles como producto prioritario, busca disminuir el impacto ambiental de esta industria, abriendo nuevas oportunidades para modelos de negocio circulares que promuevan la reutilización, reparación y reciclaje.

         Como señaló Tomás Saieg, jefe de Economía Circular del MMA:

“En Chile, la REP para los textiles no sólo mejorará la recogida selectiva y la clasificación, sino que también apoyará el aumento de la reutilización local, mediante la inclusión de sastres y pequeñas empresas de upcycling como receptores de fondos REP.”

 

        Pero, ¿qué significa esto realmente para quienes diseñan, confeccionan o comercializan vestuario? ¿Es una amenaza, una oportunidad, una carga más o una puerta que se abre? En este artículo te explico lo esencial para entender este cambio y prepararte desde tu rol creativo y productivo.

¿Qué implica que los textiles sean "producto prioritario"?

       Un producto prioritario es aquel que, por su volumen o peligrosidad, genera residuos que deben gestionarse bajo normas especiales. A partir de esta resolución, todas las prendas textiles—confeccionadas o no—que se comercialicen en Chile estarán sujetas a estas obligaciones.

       Quienes fabriquen, importen o vendan ropa u otros productos textiles bajo su marca serán considerados “productores” ante la Ley REP. Esto implica que deberán hacerse cargo de los residuos que generan sus productos una vez que fueron utilizados y terminan su vida útil, a través del reciclaje o cualquier otra vía de valorización.

      Para esto el Ministerio deberá elaborar un reglamento que establezca metas de recolección y reciclaje para los textiles, y establecer mecanismos de gestión colectiva o individual.

Oportunidades para la moda circular (y para quienes ya están trabajando así)

      Para muchas personas vinculadas a la moda circular, esta declaración no es una sorpresa. Hace tiempo venimos hablando del exceso de residuos textiles, del uso de materiales contaminantes y de la obsolescencia acelerada del vestuario. La Ley REP no solo valida estas preocupaciones, sino que reconoce el valor de quienes ya trabajan en la recuperación, reutilización, rediseño, reparación o confección responsable.

Algunas oportunidades claras que se abren con esta medida:

Valoración del diseño sostenible: materiales nobles y reciclables, piezas duraderas, confección local y reparabilidad pasarán de ser “un plus” a ser un estándar necesario.

Reactivación de oficios invisibilizados: Costureras/os, talleres de compostura, procesos de upcycling y reutilización adquieren un nuevo protagonismo.

Participación en sistemas de gestión REP Quienes ya trabajan en recuperación o transformación de textiles podrían ser parte de los sistemas colectivos de gestión de residuos.

¿Y qué obligaciones vienen en camino?

         Si bien aún no se ha publicado el decreto supremo que establecerá metas y categorías específicas, ya podemos anticipar que quienes trabajen en la cadena de valor textil deberán:

  • Registrarse como productores REP, si fabrican, importan o venden textiles bajo su marca.
  • Reportar anualmente la cantidad de productos que introducen al mercado chileno.
  • Participar en sistemas de recolección y valorización (individuales o colectivos).
  • Revisar sus procesos de diseño y materiales, privilegiando aquellos reciclables, biodegradables y desmontables.
  • Demostrar trazabilidad y planificar el fin de vida útil de sus productos.

    Desde la publicación de esta resolución, todas las empresas que introduzcan textiles al mercado deben inscribirse en el Registro de Emisiones y Transferencias de Contaminantes (RETC) y declarar las cantidades comercializadas. Las metas de reciclaje y valorización aún no son exigibles, pero lo serán cuando se dicte el decreto correspondiente.

Este es el momento ideal para anticiparse: mapear proveedores, revisar materiales, pensar en modelos circulares y generar alianzas.

Reflexión final: rediseñar desde el origen

          Esta ley no se trata solo de residuos: se trata de rediseñar la industria desde su origen, con propósito, responsabilidad y compromiso ambiental. Para quienes entendemos la moda como una expresión cultural, social y creativa, este momento es una oportunidad única para liderar una transformación necesaria.

                La incorporación de los textiles como producto prioritario reconoce el valor del diseño sostenible y de las prácticas circulares. La Ley N° 20.920 busca precisamente esto: que los productores anticipen e incorporen buenas prácticas ambientales, a través de políticas de sostenibilidad, acuerdos de producción limpia, o el uso de materiales reciclados, con la finalidad de promover un producto circular.

               Esta medida se alinea con la Estrategia de Economía Circular para Textiles al 2040 y con los compromisos climáticos de Chile bajo el Acuerdo de París. Reconoce, además, que los residuos textiles son recursos aprovechables que pueden generar innovación, empleo y un desarrollo ambientalmente viable.

            También fortalece a quienes ya venían trabajando con modelos circulares, dándoles un marco normativo que respalde sus prácticas y propicie su escalamiento. Porque para transformar la industria textil, no basta con crear moda: hay que imaginar su futuro.

 

¿Te gustaría saber cómo adaptar tu marca o emprendimiento a estas nuevas exigencias? En remente.cl acompañamos a diseñadores, marcas y emprendimientos creativos a integrar legalidad, sostenibilidad y propósito. Escríbeme y vemos cómo avanzar juntxs.